miércoles, 14 de noviembre de 2007

Lectura Nº3

CONCEPCIÓN DEL MUNDO vs. CONOCIMIENTO DEL MUNDO CIENTÍFICO POSITIVO.

Una concepción del mundo no es un saber, no es conocimiento en el sentido en que lo es la ciencia positiva. Es una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto, a veces sin que éste se formule de un modo explícito. Esas creencias inspiradoras de la conducta cotidiana están explícitos en la cultura de la sociedad en la que vive. Esa cultura contiene por lo común un conjunto de afirmaciones acerca de la naturaleza del mundo físico y de la vida.

El papel de la concepción del mundo respecto del conocimiento científico-positivo: las concepciones del mundo suelen presentar, en las culturas de tradición grecorromana, unas puntas, por así decirlo, muy concentradas y conscientes, en forma de credo religioso-moral o de sistema filosófico. En el caso de la filosofía sistemática, como en el caso de los credos religiosos positivos, la concepción del mundo quiere ser un saber, un conocimiento real del mundo, con la misma positividad que el de la ciencia.

Las causas por las cuales la pretensión de la filosofía sistemática acaba por caducar son varias:

  • La causa principal es al definitiva y consciente constitución del conocimiento científico positivo durante la Edad Moderna. Éste es un conocimiento que se caracteriza formalmente por su intersubjetividad, y prácticamente por su (in)capacidad de posibilitar previsiones exactas. Que un conocimiento es intersubjetivo quiere decir que todas las personas adecuadamente preparadas entienden su formulación del mismo modo.
  • La carencia de la intersubjetividad y la capacidad de posibilitar previsiones exactas no son rasgos que tengan las tesis de la vieja filosofía sistemática ni los dogmas religiosos. Y como esos rasgos dan al hombre una seguridad y un rendimiento considerables, el conocimiento que los posee (el científico-positivo) va destronando, como conocimiento de las cosas del mundo, al pensamiento, mucho más vago y mucho menos operativo, de la filosofía sistemática tradicional.

En cuanto a la concepción Marxista del mundo, cabe decir que es una concepción del mundo explícita. No es una filosofía sino una simple concepción del mundo que tiene que sostenerse y actuarse no en una sustantiva ciencia de la ciencia, sino en las ciencias reales. No hay conocimiento “aparte” por encima del positivo.

Si atendemos a los principios de la concepción marxista del mundo señalaremos:

  1. El primero es el MATERIALISMO, es decir, el mundo debe explicarse por sí mismo. Pero el materialismo no es sino uno de los dos principios fundamentales de lo que Engels llama “concepción comunista del mundo”.
  2. El otro principio fundamental es la Dialéctica.

El análisis marxista se propone entender la individual situación concreta (en esto es pensamiento dialéctico) sin postular más componentes de la misma que los resultantes de la abstracción y el análisis reductivo científicos (y en esto es el marxismo un reflejo de materialismo).

Comentario a la Lectura Nº1


REFLEXIÓN PERSONAL

Es evidente que el propio enunciado de la lectura “¿Qué es la Ciencia?” ya te deja, a priori, un mal sabor de boca ante la suposición de que tal pregunta no hallará respuesta. Y es que son diferentes las disertaciones que se han dado a lo largo de la historia sobre qué es Ciencia y sobre qué puede tratar la ciencia, hasta tal punto ha llegado, que es una de las cuestiones principales que se nos presentan en nuestra carrera (¿¿es realmente la ciencia política una CIENCIA??).

Irremediablemente la respuesta dependerá de lo que NOSOTROS entendamos por Ciencia. Entres las múltiples definiciones de Ciencia, cabe destacar las siguientes:

  • La ciencia (del latín scientia, "conocimiento") es un conjunto de métodos y técnicas para la adquisición y organización de conocimientos sobre la estructura de un conjunto de hechos objetivos y accesibles a varios observadores.
  • Es el conjunto de conocimientos susceptibles de probarse, sistematizados, realizables y dirigidos a objetos de una misma naturaleza.
  • Conocimiento cierto de las cosas
  • Proceso de estudiar la naturaleza por la recolección de datos y la provisión de explicaciones e interpretaciones de ellos.

Como podemos observar no existe ni siquiera un consenso para la definición de Ciencia. En cuanto a si nuestra disciplina de estudio es una VERDADERA CIENCIA o no, dependerá de a cuál de las definiciones nos restrinjamos.

La Ciencia Política, trascendiendo la descripción y la mera opinión, se orienta al conocimiento riguroso, sistemático y objetivo (valorativo) de los hechos y fenómenos que conforman la realidad política.

Si relacionamos las palabras destacadas con esta definición de Ciencia Política, deberíamos afirmar que es una CIENCIA. Y es que más allá de lo que entendamos por qué es o qué no es ciencia, debemos atender al Método (científico) a través del cual se obtiene ese conocimiento. Y el conocimiento, desde mi punto de vista, esta limitado y sesgado por la principal herramienta del proceso de producción: el hombre, ya que este no se puede aislar de su “background” ni de su posición en el sistema aunque trate de ser lo más objetivo posible ya que, si realmente queremos entender la realidad, lo primero que tenemos que reconocer es que la REALIDAD no se puede aislar en un cuarto ni meter en una probeta.

Lectura Nº1

¿QUÉ ES LA CIENCIA?

Si seguimos a SCHUMPETER diremos que Ciencia es cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos conscientes para perfeccionarlo. Estos esfuerzos producen hábitos mentales (ya sean métodos o técnicas) y un dominio de los hechos descubiertos por esas técnicas.

Podemos observar a priori que esta definición es más bien de tipo formal y un tanto superficial, y es que Schumpeter tiene tendencia a refugiarse en el puro empirismo. Así podremos hacer uso de su pensamiento, incluso en el plano metodológico, mientras permanezcamos en un terreno estrictamente empírico, mientras tratemos de determinar los fenómenos tal y como aparecen externamente.

Ahora bien, nosotros afirmamos que la finalidad del conocimiento y, por tanto, de la investigación científica, consiste en descubrir las normas, o sea, las leyes del universo empírico que rodea al hombre, d la realidad objetiva en la que éste se halla inmerso. Pues bien, debemos saber que este conocimiento consta de tres aspectos fundamentales:

  1. Ante todo el conocimiento científico debe proporcionar una descripción de esta realidad. Pero no puede limitarse a describir esta realidad sino que al mismo tiempo tiene que explicarla. Una auténtica descripción de una cosa es, al propio tiempo, su explicación. La ciencia, como dice Hegel, tiene por finalidad mostrar la necesidad de los objetos y no dar una simple descripción de los mismos.
  2. La segunda característica fundamental del conocimiento reside en el hecho de que el conocimiento científico no puede conformarse con una explicación cualquiera de la realidad. Existe la exigencia de que la realidad objetiva sea explicada a partir de ella misma, sin introducir momentos, elementos o explicaciones que no pertenezcan a tal realidad.
  3. El último aspecto fundamental del conocimiento está constituido por el hecho de que el conocimiento científico es únicamente una parte de la actividad humana, tan solo uno de sus aspectos. El conocimiento nunca es, y no puede serlo, un fin en sí mismo. El pensamiento y la acción, el conocimiento y la praxis se condicionan mutuamente, pero esa unión no es una ligazón directa, sino mediata, a través del conocimiento, de la cognición.

En este sentido, el conocimiento que conduce a la cognición, es premisa de la acción mientras que la acción es el fin último del conocimiento. La ciencia nunca tendrá por objetivo la praxis, pues su meta es la cognición o, en otras palabras, la búsqueda de la verdad de las cosas, entendiendo por verdad la correspondencia de nuestras concepciones a la realidad. Si conocemos la realidad, antes o después surgirán los instrumentos técnicos que nos permitirán modificarla. Además hay que subrayar que las modalidades de desarrollo de la acción no coinciden con las del pensamiento, pero es evidente que ningún camino puede llevarnos desde el conocimiento de lo que es al conocimiento de lo que debería ser.



NOTA CRÍTICA A LA LECTURA N1 (resumen)

La exigencia según la cual la realidad objetiva ha de ser explicada a partir de ella misma, sin introducir momentos, elementos o explicaciones que no pertenezcan a tal realidad que sean extraños, es una afirmación cuanto menos polémica.

Se afirma que no se ha llegado nunca a comprender cómo puede ser posible lograr dicho objetivo, si ni siquiera es posible delimitar la realidad objeto de estudio, si nos movemos básicamente en un conjunto de postulados e hipótesis, axiomas y premisas, que ponemos en la supuesta realidad objetiva. Puede ser que sea un buen slogan para convencer a incautos, o hasta un buen objetivo finalista que desde luego, no es practicable.