viernes, 26 de octubre de 2007

¿QUÉ SE ESCONDE DETRÁS DE LA MONA LISA?


Si se propone leer este artículo debe de seguir la siguiente recomendación: mantenga siempre la mente abierta y el espíritu libre, pues será la única forma de que lo disfrute como lo hice yo en su descubrimiento.


Siento una profunda admiración por Leonardo da Vinci, no tanto como pintor puesto que existen grandes (y exclusivamente) pintores, aunque valoro su obra, sino como ARTISTA DE LA CREACIÓN; para mí la primera virtud de Leonardo, a parte de su privilegiada inteligencia, es que no creía en los límites.


Pocos son los que saben que a Leonardo da Vinci le instruyó Bernardo Maquiavelo, un hombre culto aunque no pertenecía a las grandes familias de Florencia y del que fue hijo, Nicolás Maquiavelo. Es aquí cuando surge un conocimiento mutuo de la simple existencia del otro, Nicolás en aquel momento no era más que un niño (se estima que no tenía más de 5 años) y Leonardo tardaría poco en marchase de Florencia.


En 1500, cuando Leonardo vuelve a su Florencia, Maquiavelo ya ostenta un cargo importante de representación exterior del gobierno de la república. Los que conocemos un poco la vida de Nicolás, sabemos que fue un hombre que ambicionaba, por encima de todo, la independencia de Florencia de los poderes supra estatales (el emperador y el papa) y creía en la unificación de los reinos de Italia. Una de sus apuesta más claras fue la de formar un ejército de ciudadanos (basándose en los de Esparta) para que defendiese a Florencia ya que ésta carecía de suficientes recursos y, los diferentes poderes que intentaban anexionarla eran cada vez más fuertes.


Maquiavelo sabe de la necesidad de incorporar a Florencia el territorio de Pisa, si quiere conservar su independencia de la amenaza francesa y del “Papa Guerrero” (Julio II); ésta necesidad es vista también por Leonardo. Nicolás y da Vinci habían retomado las relaciones gracias a la actividad diplomática de Maquiavelo y a que da Vinci fue utilizado, en alguna ocasión, como moneda de cambio de la República Florentina para seguir conservando su libertad. Leonardo, instalado en Florencia, manda llamar a Nicolás y le explica su plan de conquista del territorio de Pisa: a pesar de la carencia del ejército éste, según Leonardo, no es necesario; pretende encerrar a Pisa, cortar sus comunicaciones y su principal canal comercial para que se rinda y acepte la anexión a Florencia. Da Vinci idea un plan para desviar el Río Arno; es cuándo le muestra a Maquiavelo su Gioconda, detrás está la planeada desviación del Arno.


Vemos que ya, a comienzos del S.XVI, una de las mentes más privilegiadas de la historia utiliza lo que podíamos denominar “Economía de Guerra”, a través de la desviación del río se pretendía no sólo dejar incomunicada a Pisa, sino sin un medio primordial a través del cual realizaban sus múltiples transacciones comerciales; sin las cuales sus recursos no tardarían en agotarse, la población no podría abastecerse y les quedarían dos únicas alternativas: o morir o rendirse.


Éste es uno de los métodos utilizados frecuentemente en la actualidad (hablamos de una diferencia de más de 500 años) y es la principal política de países como EE.UU lo único que hoy lo llamamos Bloqueo Comercial, pero sigue teniendo los mismos intereses en el fondo: “Anexionar” a otros territorios rebeldes.

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